Desafortunadamente, por otra parte, esto “de todas las discriminaciones” debe de ser entendido en un sentido que abarca más que el de “todas las discriminaciones raciales”. En efecto, una pequeña revisión de los datos existentes sobre nuestra discriminación en general demuestran que, a la hora de maltratar desde tal o cual grupo a quien no pertenece al mismo, los peruanos no nos quedamos cortos por número de criterios.
Esto, desde luego, no quiere decir que el racismo no juegue un enorme rol en nuestras discriminaciones (por ejemplo, de acuerdo con el Latinobarómetro, los peruanos consideramos que 39 de cada 100 de nosotros somos discriminados por nuestra raza). Significa simplemente que hay también muchas otras formas de discriminación que están presentes a lo largo y ancho de nuestra sociedad con la misma – o incluso mayor– intensidad que la del racismo. Formas que, igual que este último, parecen ser aceptadas como normales por demasiadas personas – incluyendo muchas veces a las mismas víctimas de la discriminación.
Acaso el ejemplo más elocuente de qué tan arraigado está en nuestro ADN el virus de la discriminación sean nuestras escuelas. En otras palabras: en el Perú la discriminación ya florece entre los niños. Así, por ejemplo, según un estudio que realizó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y otras instituciones, el 44% de los escolares de Lima y Callao consideran haber sido víctimas de tipos de ‘bullying’ basados en diversas formas de discriminación. El tipo más común, sin embargo, no era el ‘bullying’ racista, sino el de orientación sexual: más de la mitad de los encuestados declaraban haber sido llamados “cabro”, “chivo” o “maricón” en la escuela. Lo más sorprendente de todo era que este tipo de epidemia (está claro que el número verdadero de víctimas de discriminación supera con mucho al 44% de quienes estaban dispuestos a reconocerse como tales frente al encuestador) no parece llamar especialmente la atención de los encargados de las escuelas: solo en un cuarto de ellas se había discutido el tema.
La discriminación laboral también es frecuente. A los aún omnipresentes avisos en los que se pone como requisito para un trabajo una “buena presencia” que suele ser un código para decir “tez blanca”, se le suma lo que muestran estudios como el elaborado por los profesores Gustavo Yamada y Francisco Galarza para la Universidad del Pacífico. En este estudio se enviaron CV equivalentes en cuanto a experiencias y títulos, pero diferenciados por la apariencia física, apellidos de origen y sexo de los candidatos, a un grupo determinado de empresas. Los resultados fueron los siguientes: los candidatos de “raza blanca” recibieron 55% más respuestas que los de “raza quechua” y los hombres 34% más respuestas que las mujeres.
La mentalidad discriminadora es también compartida por el representante oficial de nuestra sociedad: el Estado. Una reciente encuesta de la PUCP revela, por citar otro ejemplo, que el serenazgo y la policía son las dos instituciones de la sociedad que menos respeto muestran por los ciudadanos homosexuales. Aunque no es necesario recurrir a encuestas para probar esto último. Basta mirar las normas oficiales: hace poco más de un año se publicó un reglamento que establecía que los policías que tuvieran relaciones sexuales con personas del mismo género serían pasados al retiro.
Esto, por solo citar pincelazos de una mentalidad que parece ser ubicua – podríamos citar también, por ejemplo, todos los casos de locales públicos racistas u homofóbicos que salen constantemente en los diarios–, que a la fecha no estamos combatiendo con la contundencia que requiere y que, no olvidemos, dice mucho más de la sociedad que la practica o tolera, que de las personas que sufren sus consecuencias.
Opiniones:
- Bruno Cordova: "La discriminación en el Perú se incrementa constantemente debido a varios factores. Uno de ellos es la exclusión social y factores faciales, ya que la personas tienden a buscar estereotipos para identificar a la personas. También, los programas de comedia tienden a categorisar a las personas según su forma de vestir o por sus aspectos físicos, lo cual debe cambiar".
- Carlos Anco: "Las personas hablan acerca de las razas, así como los nativos peruanos o indígenas. Además por hablar el quechua se les discrimina como en algunas noticias que se han visto últimamente".
- Leonardo Gamboa: "Algunos programas de televisión o periódicos en sus enunciados ponen títulos discriminatorios, como se ha visto en los periódicos populares o de deportes".
- Renzo Reátegui: Siempre se ve a personas en “FACEBOOK” escribiendo insultos discriminatorios, en noticias o en fotos, lo cuales se sienten superiores al no tener ciertas facciones o por tener diferente procedencia.
- Melody DePaz: La situación
es grave en cuanto a discriminación, ya que como algunos afirman” el enemigo de
un peruano es otro peruano”. No importa si eres de otra procedencia si eres
alto, bajo, obeso, delgado casi siempre las personas tienen a discriminar o
formular insultos debido a la mala formación que tienen y empiezan a tratarlos
mal.
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